lunes, 10 de junio de 2013

El Vástago.

Cuando te inunde una enorme alegría,
no prometas nada a nadie.
Cuando te domine un gran enojo,
no contestes ninguna carta.

Proverbio Chino


La señora Ramírez pasó una noche de insomnio debido a que su marido no había regresado de la parranda del viernes, ella esperaba con sobradas ansias que su esposo llegara tambaleándose como siempre y que al toparse con la puerta cerrada con candado él la llenaría con las típicas palabras románticas sin sentido que menciona un borracho desesperado y libidinoso pero, desafortunadamente esa noche su gusto no se cumplió; extrañada y triste caminó por el pasillo de la casa toda la madrugada.

A la mañana siguiente, su marido no había vuelto aun, por lo que cayó bajo la cuenta que había sido abandonada por lo que ella ya ni siquiera pensó en ello, se propuso ir a la tienda para que el pequeño Pedrito no pasara hambre y cuando salió... sorprendióse tanto de observar a un robusto cedro erguido en medio del callejoncito empedrado pero, quedó mucho más sorprendida aun al darse cuenta que debajo del gigantesco árbol estaba su pequeño chevy verde con el frente deshecho y el capó inmutado en forma de un acordeón. Al ver eso le rogó a la virgen con toda humildad que su marido se encontrara bien en ese momento y continuó con la tarea de llevar a la mesa la comida para Pedrito y luego tomar el tiempo necesario para investigar sobre su esposo y el monstruoso árbol.

Ya cubriendo el extraño caso se veían servidores públicos menores, como bomberos y policías, junto con conocidísimas caras de esa calle central de la ciudad, todos argumentando como deberían solucionar dicho problema, el jefe de los vecinos y dueño del hostal de la esquina; Don Armando Medina, argumentaba fuertemente con tirar el árbol y hacer con ello, proyectos para el embellecimieto de la calle, preciosos muebles "ecológicos", adornos, gigantescas imitaciones de creaturas mitológicas autóctonas etc... el árbol de más de nueve metros prometía un gran avance económico y además un atractivo turístico potencial pero, interrumpiendo su discurso de avance material y monetario estaba como antítesis; Hernán de Cataluñas, el dueño de la preciosa tienda que se encontraba en un jardín y que ofrecía productos frusleros como pequeñas ramas de árboles de la vida hindúes, tés exóticos desestresantes y entre muchas otras estafas, drogas y materiales esotéricos de índole diversa. Su propuesta era simple, se cerraría la circulación de la calle para hacer un parque ecológico, donde se apoyaría a la música en vivo, a los vendedores ambulantes y a las personas jóvenes con deseos de esparcimiento, mas rojo de ira se tornaba el pequeño empresario al escuchar tremenda propuesta libertina, llena de hoyos de planeación, la gente sufriría de los típicos problemas que se dan en los parques, como son las bandas callejeras, el tráfico de drogas y la inseguridad nocturna, así como plagas de diversos animales que viven en estos ecosistemas además... ¿Quién quería a hippies estúpidos haciendo de las suyas sin dinero que gastar? en sí, un árbol no ofrece gran espectáculo como para ganar la atención pública, sólo de gente rezagada económicamente, personas marginadas socialmente, sectores sociales inservibles.
En la discusión se provocaron dos bandos, uno apoyando la vida natural y la dignidad del árbol y por otro lado la vida humana y la seguridad de nuestra raza sin embargo, sin darse cuenta del tiempo, el sol ya se había ocultado.

La discusión se prolongó por mucho tiempo sin llegar a un común acuerdo, por lo que ambos bandos ahora ya con lemas actuaban ambos en su propio interés, los activistas liberales que decían: —El verde es vida y vida dará habían cerrado el flujo de tráfico de un carril, consiguiendo el permiso de las autoridades, llevaron acabo el trabajo de hacer un pequeño parque a un costado del gigantesco árbol y los otros, personas conservadoras con la consigna: —El que se arrima a gran árbol, es un asqueroso grillo— habían llevado acabo una expansión en los carriles, reduciendo un tramo de la acera que era realmente gigantesca en ese lado, luego cortando las ramas, hicieron adornos para los faroles del parque y de las aceras, luego, el otro bando permitió el comercio en uno de los días de la semana, dando rienda suelta a vendedores ambulantes y además ofreciendo productos a las personas que vivían en la calle y en sus adyacentes. Cataluñas y Medina, llevaban un trabajo dialéctico casi ya pegado a la síntesis y por lo tanto a la resolución del problema sin dejar de ser ambos tan radicales, pues los errores que traía cada una de las acciones del otro era corregido de inmediato por su contrario, llevando un sistema excelente, pero por obviedad, Medina era mucho más radical que su rival.


Un día, cuando el hijo de Medina, volvía de la escuela, caminando por el parque, bajo la sombra del verde coloso y sus retoñados amigos, una de las personas estereotipo que generalmente gozan del parque le ofreció una inyección de ironía con vivacidad adulterada al muchacho, al cual le llamó mucho la atención debido a la actitud de su autoritario padre, que provocaba en él un retraímiento excesivo. El muchacho después pensarlo bastante, aceptó gustoso y le dio el primer uso. Cabe destacar, que el uso de la ironía, el cinismo, la vivacidad, la crítica y la sátira es enervante, lo es, pero es una droga que la mente humana practica generalmente cuando tiene uso total de su razón y es generalmente tomada de los árboles y su sabiduría milenaria escrita, pero esta ironía era sofista, no era ironía humana natural que venía de mentes sanas, era una sustancia malévola, hecha por el hombre para simular liberación mental que sólo causaba mentes retorcidas.
...

—Si fueras buen padre, te diría te quiero, pero no es así—Dijo el muchacho—Pero es necesario que sepas cuán amarga es mi vida desde que mamá murió.
El padre, atónito y en primer momento comprensivo preguntó:
—¿Cuál es el motivo para que me digas tales cosas hijo?
El hijo se acercó como si fuera a lanzarle un escupitajo en la cara a su padre:
—El motivo porsupuesto es que me harté y esta es la verdad, eres hórrido y no le das lugar a mi libertad.
El padre olió la ironía agria que su hijo destilaba por el sudor y su saliva, sus pupilas se dilataron de la ira y maldiciendo entre dientes y golpeando todo lo que estaba en su alrededor salió de la casa y no regresó hasta la mañana siguiente.

Para sorpresa de todos, se presentó el Señor Ramírez y esposa, el señor Ramírez estaba vendado y tenía un brazo enyesado sin embargo de su estado, había leído las noticias locales y les dijo a todos que los árboles gigantescos salían en cada una de las calles de la ciudad y que aquellos que los habían cortado, caían en la cuenta que sólo era un vástago del árbol principal que estaba en el zócalo y que al tirarlo, una gran parte de las tuberías de desagüe, electricidad y agua colapsaban.
pero, ya no había ni un muñón de árbol en donde estaba el gran coloso, Medina había cortado a diestra y siniestra sin saber lo que causaría, los otros árboles que estaban a su alrededor habían muerto y ahora el sol caía directamente sobre sus cabezas, el ambiente era ahora seco y caluroso, mas vendrían peores catástrofes, mucho peores.
Todos huyeron lejos de la desgracia sin embargo, Don Armando Medina, nunca pudo escapar de la ignominia que llegaba de su hijo, en forma de crítica, sátira, cinismo e ironía; producto de la grandísima ignorancia que tenía el padre sobre todo y que trataba de enmascararlo con fuerza y dinero, que en su hijo y en todos, jamás volvieron a tener frutos dulces.
Pues por otro lado, Cataluñas, por su liberalismo excesivo, convirtió a su hijo en... pues en alguien con una moral inexistente y una ética sofista que sólo se preocupa por su placer y el pequeño Pedrito, supongo que sólo no preocupamos de que coma todos los días ¿Verdad?

EL PONY ANÓNIMO

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